Ciencia para todos desde el CEBAS

Archivo para May, 2013

Convenio de colaboración entre la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el ITAP

El pasado día 15 de Mayo de 2013 se firmó un Convenio de colaboración entre la Agencia Estatal Consejo Superior
de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Técnico Agronómico  Provincial (ITAP). El objeto del convenio es establecer una colaboración entre ambas instituciones  para evaluar, introducir y desarrollar en la agricultura de la provincia las  nuevas variedades de floración tardía y extra-tardía de almendro.

Para más informacuión: http://www.dipualba.es/Main/noticia.aspx?id=2579

Beneficios derivados de regar por debajo de la cantidad de agua que las plantas necesitan

María Jesús Sánchez Blanco. Investigadora Científica del CEBAS-CSIC. Departamento de Riego.

Decimos que las plantas se riegan deficitariamente cuando reciben menos agua de la que realmente necesitan, lo que depende de la especie que estemos tratando, del grado de desarrollo de la planta, de las condiciones climáticas y del tipo de suelo o sustrato. Esta práctica, que en principio puede resultar desaconsejable, se ha impuesto como una estrategia de riego (riego deficitario) con amplia aplicabilidad en distintas especies y en distintas zonas. La idea de aplicar esta técnica se basa en aumentar la rentabilidad del agua disponible que, en áreas como la  mediterránea, es bastante limitada. Se trata, por tanto, de disminuir la cantidad de agua aportada, sin que se vea afectada la producción y la calidad de la cosecha, aspectos muy importantes cuando nos referimos a cultivos agroalimentarios.

En el caso de plantas con fines paisajísticos y ornamentales, la aplicación del riego deficitario tendría como objetivo ahorrar agua y,  a su vez, evitar el crecimiento excesivo de la planta, es decir, obtener una planta de calidad, más compacta y sin mermas en las características ornamentales (floración, intensidad de color, etc).

Para llevar a cabo los objetivos mencionados hay que saber cuánto podemos reducir las dosis de agua, para ello es importante conocer la respuesta de las plantas a la falta de agua y el grado de tolerancia de las distintas especies a la misma; ya que un nivel aceptable de riego deficitario puede producir efectos beneficiosos, pero si la restricción de agua es demasiado severa los efectos pueden ser negativos. También resulta fundamental conocer los momentos y/o fases más críticas para los cultivos, periodos más sensibles al déficit hídrico, en los que una reducción de agua podría condicionar la cosecha o calidad de la planta.

A) Plantas de Callistemon (llamado comúnmente limpia-tubos) aclimatadas en vivero. B) Lotus creticus (cuernecillo de mar), planta  con fines paisajísticos

A) Plantas de Callistemon (llamado comúnmente limpia-tubos) aclimatadas en vivero. B) Lotus creticus (cuernecillo de mar), planta con fines paisajísticos

La investigación que llevamos a cabo en todos estos aspectos nos ha conducido a disponer de información y herramientas necesarias para aplicar las estrategias de riego deficitario más adecuadas en función de la especie y condiciones edafoclimáticas con las que estamos trabajando.

Otro aspecto interesante sobre la aplicación del riego deficitario es que, cuando a una planta la sometemos a periodos más o menos largos de  déficit hídrico, provocamos una serie de modificaciones tanto morfológicas cómo fisiológicas que están relacionadas con procesos de endurecimiento y/o aclimatación. Es decir. podemos hacer plantas mejor equipadas y más resistentes que podrán afrontar con mayor éxito las condiciones ambientales adversas. Estas prácticas son utilizadas en vivero para conseguir que las plantas que previamente hayan sido aclimatadas puedan tener un mejor transplante y mayores posibilidades de supervivencia en la fase de establecimiento en campo.

Entre los cambios que hemos estudiado y observado en distintas especies cuando aplicamos riego deficitario están, entre otros: reducciones de la superficie de las hojas, mayor densidad de pelos foliares, cambios en los vasos xilemáticos, engrosamiento de la cutícula, etc. Todas estas características que las plantas pueden presentar ayudarán a que las pérdidas de agua mediante el proceso de transpiración sean menores y las plantas puedan conservar el agua y, en consecuencia, realizar las funciones vitales necesarias en momentos de mayor estrés ambiental. También se han observado modificaciones en las raíces, incrementos en el porcentaje de raíces gruesas, procesos de suberización y lignificación de las raíces, incremento de la densidad radicular, etc. Esto mejora el soporte físico, fortalece las raíces y disminuye la posibilidad de ruptura durante el transplante, a la vez que mejora la extracción de agua desde el suelo.

A) Sistema radical de una planta regada deficitariamente. B) Pelos foliares, característica de plantas resistentes al estrés hídrico.

A) Sistema radical de una planta regada deficitariamente. B) Pelos foliares, característica de plantas resistentes al estrés hídrico.

La investigación sobre todos estos procesos relacionados con el manejo del agua, además de suponer un interesante avance en cuanto al conocimiento de la respuesta de las plantas, conlleva una mayor eficiencia en el uso del agua, de tanta importancia en la gestión de los recursos hídricos de nuestra zona.

 

Gestión de tierras agrícolas en secano

Gonzalo González, Investigador del CEBAS-CSIC

El Departamento de Conservación de Suelos y Agua y Manejo de Residuos Orgánicos del CEBAS trabaja en la comprensión de los procesos de degradación de la tierra y en el desarrollo de las técnicas para su mitigación. Es importante que los conocimientos generados se difundan para su aplicación.

En esta entrada y en la anterior (https://cienciacebas.wordpress.com/2013/04/19/gestion-del-territorio-en-zonas-semiaridas/) podéis encontrar dos manuales de mitigación de la degradación en ambientes semiáridos. En ellos hay pequeñas revisiones de los problemas a los que nos enfrentamos y se aportan soluciones prácticas con ejemplos gráficos. El primer manual, el cuál os presentamos en esta entrada, está orientado a la gestión de tierras agrícolas en secano y el segundo a la recuperación de terrenos que han sufrido fuertes impactos físicos. En él se utilizan como ejemplo las terrazas para reforestación realizadas en los años 1960s a 1980s (https://cienciacebas.wordpress.com/2013/04/19/gestion-del-territorio-en-zonas-semiaridas/). Los manuales son el fruto de unir la labor de investigación proyectos europeos, nacionales y regionales con su traslación a la aplicación práctica a escala operativa por parte de una ONG ambiental (Asociación de Naturalistas del Sureste, ANSE) en proyectos demostrativos financiados por la Fundación Biodiversidad.

Manual de gestión de tierras agrícolas en secano: Gestion-del-territorio-en-medios-semiaridos-I

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